Julio; ejemplo de superación y respeto a la vida
- Del Pozo & Asociados
- 15 ago 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 27 oct 2022

Esta es la historia de Julio, un joven de 28 años de edad que a su corta edad alcanzó su mayor anhelo de poder trabajar como ingeniero mecánico para una de las empresas petroleras más importantes del Ecuador, siendo que apenas un año después, un grave accidente de trabajo dio un vuelco a su vida.
Su historia:
En el año 2015 ingresé a trabajar en el área de catalíticas No. 2 en la Refinería de Esmeraldas, encargada de generar los principales productos derivados del petróleo como gasolinas, diésel o gas licuado de petróleo.
El 17 de enero del 2016, tras finalizar mi jornada laboral a las 7h00am, le pregunté a mi superior si era necesario que me quedara un poco más de tiempo para ayudar, su respuesta fue afirmativa dado que la tubería de SLOP, que llevaba los derivados de petróleo, se encontraba taponaba desde varios días atrás. Alrededor de las 13h00 me solicitaron reemplazar a uno de mis compañeros durante la hora de almuerzo en esta área, lo cual me llamó mucho la atención, pues debía realizar un trabajo totalmente ajeno a mis funciones dentro de la empresa.
El trabajo asignado consistía en supervisar el flujo del material retenido que debía desembocar en un balde colocado al final de la tubería, para lo cual, desde el otro extremo, durante 72 horas se había enviado vapor a altas temperaturas sin haber logrado ningún
resultado. De un momento a otro el producto, que se asemeja al asfalto, comenzó a salir a presión de la tubería. De inmediato me cubrió todo el cuerpo y comenzó a incinerar toda mi piel. Lo único que recuerdo es que me arrojé al suelo con la esperanza de apaciguar el fuego y aliviar mi dolor.

Sufrí quemaduras de tercer grado en todo mi cuerpo y dada la gravedad de mi situación, la empresa tuvo que trasladarme hasta la clínica Memorial en Houston, Estados Unidos, pues en el Ecuador los hospitales no se encontraban capacitados para brindarme la atención que requería. Durante un mes estuve en coma inducido para no sentir dolor y luego me sometieron a una serie de cirugías y procedimientos estéticos para atender mis quemaduras que en varias áreas requirieron de injertos para cerrar la herida. Una vez estable, tuve que regresar al Ecuador donde debía someterme todavía a varias intervenciones quirúrgicas, así como adquirir trajes de compresión que debían ser diseñados a la medida y que eran sumamente costosos.

Tan solo dos meses después de mi regreso, la empresa me comunicó que ya no podía asegurar la cobertura de mi tratamiento médico, pues había alcanzado la cobertura máxima de $50.000 dólares, monto que había sido utilizado en una sola operación de mi mano, quedando todavía varios tratamientos quirúrgicos pendientes que fueron ordenados por los médicos especialistas.
Ante esta indignación y la desesperación de que se me infectaran las quemaduras por no seguir las recomendaciones médicas, un compañero de trabajo me recomendó acudir a Del Pozo & Asociados donde me brindaron asesoría legal rápida y efectiva, quienes se hicieron cargo de mi defensa legal.
La defensa legal del caso de Julio:
En el caso de Julio nos sorprendió el trato inhumano de la Empresa hacia su trabajador, quien después de haber sufrido quemaduras en el 90% de su cuerpo, fue expuesto a dolorosos procedimientos médicos para restablecer su salud y, al retornar al Ecuador, todavía requería diversas intervenciones quirúrgicas y tratamientos estéticos de responsabilidad absoluta de su empleadora quien tenía la obligación de hacerse cargo del tratamiento médico que requería Julio sin que exista límite de ningún tipo.
Para garantizar la protección a la salud y a la vida de Julio recurrimos a la justicia constitucional con una acción de protección, encaminada a responsabilizar la empresa por las graves afectaciones causadas a su salud y garantizar de forma oportuna que pueda acceder al tratamiento médico necesario sin restricciones de ningún tipo; lo anterior respaldado en la investigación que se realizó del accidente suscitado en la Refinería de Esmeraldas el 17 de enero del 2016, en la cual se pudo identificar que el mismo se debió a la falta de medidas de prevención y seguridad industrial que expusieron a un riesgo inminente la salud y vida de su trabajador, sin dejar de lado toda la angustia, el sufrimiento y la depresión que implica afrontar un accidente de esta naturaleza, no solo para uno mismo, sino también para la familia quienes tuvieron que hacer múltiples sacrificios para acompañar a Julio en este largo y doloroso proceso de rehabilitación.
La jueza que conoció el caso de Julio en primera instancia, constató la violación a los derechos a la salud, a la vida y a la vida digna imputable a la Empresa Pública, las cuales se agravaron con la falta de cobertura de los tratamientos de Julio. En esta línea, la jueza ordenó varias medidas de reparación encaminadas a salvaguardar la vida e integridad de Julio como:
1)Reubicación: Reubicación laboral temporal en otra función hasta que culmine la rehabilitación, donde el trabajador pueda potencializar su capacidad productiva y tener la satisfacción o la realización como profesional
2) Estabilidad Laboral: Como consecuencia del accidente de trabajo, se confiere al trabajador el derecho a la estabilidad laboral reforzada, de modo que la empresa no podrá dar por terminada la relación laboral con el trabajador, puesto que es el único medio de supervivencia que le mantendrá con vida, debido a los altos costos que implica su rehabilitación.
3) Pago por Rehabilitación: Se ordena a la empresa demandada sufrague y pague todos los gastos médicos que sean necesarios en el país y en el exterior, para garantizar la rehabilitación íntegra del señor Julio debido al grave estado de salud causado por el accidente laboral sufrido.
4) Reparación Integral: De conformidad con el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional se ordena la reparación integral del daño inmaterial, por los sufrimientos y aflicciones causadas en la salud del accionante, mediante el pago de una suma de dinero.
De este caso destacamos la eficiencia y eficacia con la que se tramitó la causa ante el sistema judicial, lográndose en menos de 15 días una sentencia constitucional que de forma inmediata generó una esfera de protección especial para salvaguardar la vida e integridad de Julio. Además de ordenarse que la empresa garantice la cobertura médica de Julio tanto en el país como en el exterior, se le concedió estabilidad laboral reforzada en su puesto de trabajo, esto frente a antecedentes de despidos arbitrarios en la Empresa de personas que forman parte de los grupos más vulnerables como enfermos catastróficos, mujeres embarazadas o personas con discapacidad. Asimismo, se dispuso a la Empresa que en casos de enfermedades catastróficas generadas por accidentes de trabajo o enfermedades prodesionales la cobertura sea ilimitada, de modo que no vuelva a condicionarse la prestación médica integral a límtes económicos establecidos en pólizas de seguros, lo cual permitió que el caso de Julio se convierta en un referente y un estándar a observarse para todas aquellas personas que se encuentran en la misma situación.
Abogados a cargo del caso:
Ab. Daniela del Pozo A.
Dr. Javier del Pozo V.
Comentarios